Si eres una persona moral extranjera que busca establecer una empresa en México tienes, por ley, tres opciones principales para hacerlo:
1. Oficina de Representación: pretende establecerse en el país, previa autorización por parte de la Dirección General de Inversión Extranjera. Estas organizaciones no realizan actos de comercio y, generalmente, tienen la finalidad de proporcionar servicios informativos y de asesoría sobre las actividades, productos o servicios que presta su matriz en el exterior.
2. Sucursal: al igual que la primera opción, requiere del visto bueno de la Dirección General de Inversión Extranjera para establecerse en territorio nacional. En lo que respecta al derecho corporativo, el registro de la empresa extranjera bajo estas modalidades no tendrá una nueva personalidad jurídica, sino que mantendrá la que tiene en el extranjero para realizar sus operaciones mercantiles.
3. Subsidiaria con capital extranjero: a diferencia de las anteriores, éstas podrán ser Sociedades Anónimas y las Sociedades de Responsabilidad Limitada –que constituyen las opciones más comunes de sociedades reconocidas por la Ley General de Sociedades Mercantiles– este tipo de empresa tendrá personalidad jurídica distinta a la de los socios.
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